septiembre 6, 2017

Ansiedad… Más que una mala pasada.

La ansiedad es muchas veces una reacción esperable y adecuada a muchas situaciones que se suceden a lo largo del desarrollo de la vida de una persona. En muchas circunstancias la ansiedad frente a un examen, ante el cambio de colegio, ante un nuevo trabajo, casarse o separarse es adaptativa, es decir afrontar algún cambio o nueva situación que depare la vida.

Pero cuando la ansiedad se vuelve severa o su aparición es muy frecuente, la persona puede estar presentado un Trastorno de Ansiedad. Esta ansiedad excesiva puede ocasionar un estrés que en altas dosis puede dificultar u obstaculizar el funcionamiento o normal desempeño de la persona afectada. Como consecuencia de ello se evitan situaciones acordes a la edad de la persona como no poder ir a la escuela o al trabajo, tener dificultades para socializar con otros, así como también no poder conciliar el sueño o tener problemas sexuales.

Los Trastornos de ansiedad se presentan en niños, adolescente y adultos, y requiere de intervención, evaluación y tratamiento psicológico eficaz. Estos pasos son imprescindibles para mejorar la calidad de vida de la persona, su presente y que pueda tener un desenvolvimiento saludable. Específicamente en el caso de los más jóvenes su detección temprana es importante para un desarrollo sano.

Según las particularidades que presente, el trastorno de ansiedad se puede tratar de un ataque de pánico, fobia, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), estrés postraumático o trastorno de ansiedad generalizada.

 

NO CULPES A NADIE
por Pablo Neruda

Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tú has hecho
lo que querías en tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti
mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de
las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu
suerte, enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de
tus actos y prueba que tú siempre
has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso ni
se lo cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar y que ninguno
es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente
es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes,
de quien no acepta situaciones, de quien
vivirá a pesar de todo, piensa menos en
tus problemas y más en tu trabajo y tus
problemas sin eliminarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser
más grande que el más grande de los
obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo
y serás libre y fuerte y dejarás de ser un
títere de las circunstancias porque tu
mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida; nunca pienses en
la suerte, porque la suerte es:
el pretexto de los fracasados.

 

Fuente del texto: Psic. Patricia Maglione – Arthros

Poema: Pablo Neruda